Bienvenidos guerreros!

"Si conoces el enemigo y te conoces a tí mismo,ní siquiera en cien
batallas te encontrarás en peligro.

Si no conoces
el enemigo,pero te conoces a tí mismo,las posibilidades de victoria son pares a
las de derrota.

Si no conoces ní tu enemigo ní a tí
mismo,cada batalla significará para tí una derrota
segura."

Sun Tzu

jueves, 4 de febrero de 2010

Morihei Ueshiba



Cuarto hijo y primer varón de Yoroku y Yuki Ueshiba, Morihei vio por primera vez la luz del día en la ciudad costera de Tanabe. De una salud mas bien débil, Morihei era nervioso y caía a menudo enfermo.
Después de pasar su infancia en la escuela de un templo (Terakoya) y tras la educación primaria en una escuela de Tanabe, entró en la escuela superior, donde su capacidad por la aritmética le permitió ser asistente del profesor.
A los diecisiete años, Morihei finalizó sus estudios para trabajar en un comercio familiar, en Tokio. En esta época empieza a interesarse por los Artes Marciales, por el estudio de Ju-Jutsu y de Ken jutsu. Pero una grave enfermedad le obligó a volver a Tanabe.

Una vez recuperado, se casa con Hatsu Itokawa que conocía desde su infancia. A los veinte años (en 1903) se alista como simple soldado en el 61º regimiento de infantería de Wakayama en donde su talento de combatiente llamó la atención enseguida. Destinado al 37º regimiento de la cuarta división de Osaka, aprovechaba el tiempo libre para practicar el sable de la escuela Yagyu Shingan-Ryu.

Enviado a Manchuria, regresó en 1906 dejando ejército, y desoyendo la petición de sus superiores. Los seis años siguientes fueron para Morihei la ocasión de continuar su entrenamiento de Artes Marciales.

En 1912 Morihei partió con un grupo de cincuenta y cuatro familias de Tanabe hasta el condado de Monbetsu, Hokkaido, donde fundaron el pueblo de Shirataki. El origen de esta emigración fue una idea gubernamental para repoblar el condado de Hokkaido, que buscaba voluntarios capaces de instalarse en esta isla de clima riguroso. Después de una larga lucha contra las tempestades y la nieve que devastaba los cultivos, los colonos consiguieron al cabo de dos largos años recoger sus primeras cosechas. Su esposa y su hija de poca edad se reunieron con ellos en este momento.

En 1915, gracias a un periodista local, encuentra a Sokaku Takeda, maestro de Daito Ju-Jutsu. Durante un mes, Morihei recorre el camino de un día a caballo que le separaba de Engaru para seguir la enseñanza de Takeda Sensei. Morihei consigue convencer a su profesor para que vaya a instalarse a Shirataki.

En noviembre de 1919, Morihei recibe un telegrama informándole del estado crítico de salud de su padre. Dejando sus tierras y la mayoría de sus bienes como regalo a Takeda Sensei, se puso en camino sin demora.
Sin embargo, a pesar de todo, hizo un rodeo por Ayabe (cerca de Kyoto) porque había oído hablar de un tal Onisaburo Degushi, maestro de la secta Omoto, inspirado de la religión Shinto. Su encuentro marcó profundamente a Morihei que esperaba obtener la curación de su padre gracias a sus plegarias. Cuando llegó a Tanabe, Morihei se enteró de la muerte de su padre y pasó los meses siguientes meditando y rezando. Después se fue con Hatsu, que acababa de dar a luz, y sus dos hijas hacia Ayabe con el fin de encontrar junto al reverendo Degushi, la paz interior gracias a una vida religiosa.

Los siete años siguientes permitieron a Morihei desarrollar su concepto espiritual de la vida. Esta concepción espiritual de la unidad del cuerpo, del alma y del espíritu fue el origen de la creación del Aikido al mismo tiempo que el estudio de Dayto Ryu. Animado por el reverendo , Morihei fundó el Dojo (el "Ueshiba Juku") donde se beneficiaron de su enseñanza los miembros de la secta. Pasaba el resto del tiempo entre el cultivo de la tierra y la plegaria. Así nació el Aiki Bujutsu.

A principios de 1924, acompañó al reverendo Degushi a Manchuria, con el fin de establecer un centro espiritual, pero el pequeño grupo fue detenido y condenado a muerte. Gracias al gobierno japonés, fueron salvados y pudieron proseguir la vida tranquila que llevaban en Ayabe.

En esta época, ciertos oficiales de la marina imperial, miembros de la secta Omoto y que frecuentaban el Dojo Ueshiba, hablaron del maestro Ueshiba a sus conocidos. Es así como el almirante Isamu Takeshita descubrió el Aikido y más tarde hizo todo lo posible para promoverlo. De 1927 a 1931 el número de alumnos aumentó tanto que el apoyo financiero permitió establecer un Dojo permanente en abril de 1931 en Tokio. El "Kobukan" acogía así a los pioneros del Aikido tales como Gozo Shioda y otros más...

En 1932, se creó la organización Budo Senyokai bajo la iniciativa del reverendo Degushi a fin de promover el Aikido a nivel nacional, lo que provocó un aumento de trabajo para el fundador el cual ofreció numerosas demostraciones en todo el país.

En diciembre de 1935, un incidente ocasionó la disolución de la secta Omoto. A Ueshiba Sensei, que enseñaba en diversas organizaciones oficiales, como la Escuela Naval, La Universidad Militar y las escuela militares de Toyama y Nakano no le molestaron.

En 1937 la guerra contra la China forzó a muchos uchi-deshi a incorporarse al ejército.
Después, en 1942 la guerra del Pacífico vació un poco mas los Dojos... Con su mujer Hatsu, decidió dejar la capital y retirarse a Iwama donde construyó un Dojo, verdadero santuario del Aikido donde pasó la mayor parte de los siguiente doce años. Durante este periodo continuó trabajando y perfeccionando su técnica, creando así el concepto de "Takemusu Aiki" que hace hincapié en la ejecución espontánea de las técnicas sin una forma impuesta.

Al principio de los años cincuenta, gracias a la voluntad y al esfuerzo de los practicantes más antiguos como Gozo Shioda, Koichi Tohei y también del hijo del Fundador, Kisshomaru, y otros más recientes como Morihiro Saito y otros más, el Aikido renació. La enseñanza de O-Sensei atravesó incluso los mares y empezó a expandirse por todas partes como una respuesta a un mundo que buscaba cada vez más la facilidad y el confort material. Tampoco hay que olvidar a todas las personas, anónimas o no, que en un momento dado ayudaron al Aikido a convertirse en lo que hoy en día es.

El 26 de Abril de 1969, Morihei Ueshiba Sensei se apagó, legando al mundo un tesoro de Amor y Armonía.

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